¿Serendipia, suerte, fatalidad o manipuleo de voluntades? ¿Qué sucede aquí?
La noticia sobre el suicidio de Adal Cobain desata calladas
crisis en sus amigos de la ya lejana universidad, en Sandy, Ernesto y
David. Un funeral degradado es el pretexto para reiniciar la amistad en
sus tranquilos itinerarios que empiezan a ser tironeados por fuerzas
extrañas: «accidentes cotidianos», conflictos absurdos, escrituras
catárticas en sus blogs. El arte y el simple devenir en entredicho. Los
misteriosos mensajes que parece escribirles Adal desde el más allá, su
muerte como una invisible intervención artística a la realidad. Y la
presencia velada, apenas referencial, de un personaje que permanece en
las sombras y va detallando informes sobre su encomienda de cierta
agencia extranjera, sus planes desorbitados en una escritura analógica a
que el lector también tendrá acceso.
Novela polifónica,
multifocal, que abraza las tradiciones novelísticas y sus rupturas,
Internet incluida en la fábrica de esa vertiente que en algún momento
Cortázar quiso llamar realismo fantástico... Todo está en la mirada, de
acuerdo a nuestras expectativas, es lo que encontraremos y el lector
tendrá a su alcance las herramientas para generar su propia exégesis a
partir de la mirada cinematográfica que ofrecen estos pequeños capítulos
para despertar su co-creatividad e iniciar ese juego de espejos con
sus variables en este caleido-periscopio.
Prototipos para el desastre se
propone como una novela de nostalgias y pérdidas; una novela de
reconstrucciones, una forma de criticar el estado de la cultura y la
sociedad en México. El grupo de amigos se plantea como de exiliados en
su mismo país, enfrentados a una realidad divergente a esos modelos
prefijados por reglas y protocolos; viven a base de sucedáneos,
atascados, empantanados en una transvirtualidad.
El prestigioso escritor Luis Humberto Crosthwaite, escribió esta apreciación al respecto:
"El
libro toca demasiadas aristas y cada una de ellas merece un detenido
escrutinio. Lo que sucede a los personajes parece intrascendente frente a
lo que ellos opinan en sus blogs.
Estos aparecen en el libro
como una serie de mini ensayos en los que se reflexiona sobre una
variedad de temas: sexo, soledad, cine, erotismo, obsesiones, filosofía,
naturaleza humana... Que Porcayo logre presentar cada bloguero con su
propia personalidad ya es un logro importante. Aquí no habrá
reiteración, sólo en los temas que obsesionan a los amigos, básicamente
la supervivencia, las relaciones humanas, la literatura. Los blogs son
alimento de la trama, la extienden y multiplican, mientras que ésta
crece a través de diálogos o silencios entre los personajes. Pero los
blogs, además, también son un personaje comunal, un narrador
omnisciente, un espacio donde todo se vale, desde el exhibicionismo
hasta la catarsis.
Por encima de todo existe una figura ominosa,
el “Agente”, que vigila y documenta para “La Agencia” los sucesos dentro
del conjunto de personalidades que es la Internet, todo sujeto a
reinterpretación y sobreanálisis. Conocemos al Agente a través de sus
informes, al principio burocráticos, luego exacerbados, incluso
iracundos. Es un soldado enloquecido por su misión, dispuesto a poner
orden a cualquier precio.
A través de su novela, Porcayo realiza
un estudio sociológico de una generación que se transforma y cobra vida
sólo estando frente a una computadora, una generación híbrida entre la
incomunicación y el decir demasiado, entre la banalidad y la seguridad
de que cada uno de sus actos influye sobre los actos de muchos otros.
Todo esto es decir poco porque Prototipos para el desastre es mucho más. Un
libro que seguramente se reinventará con cada acercamiento, donde la
relectura es un requerimiento puesto que no sólo es una novela sino un
vasto conjunto de información. Las interpretaciones serán múltiples y
obligatorias."
Publicada en agosto de 2021 a través de Amazon KDP y conseguible a través de esa plataforma.
Gerardo Horacio Porcayo
martes, 16 de noviembre de 2021
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